jueves, 8 de marzo de 2012

Historia de nuestros Himnos




Bellas melodías compuestas por hombres y mujeres de Dios. Se nota en su música y letra la inspiración divina de nuestro Creador.

CHARLES WESLEY (1707–1788)

El penúltimo hijo de una familia de 19 hijos, Charles fue uno de los instrumentos humanos, junto con su hermano, John, que Dios usó para impulsar el Gran Avivamiento que transformó Inglaterra. Su primer intento de evangelizar a una tribu de indígenas en Norteamérica fracasó, pues los hermanos Wesley predicaban, pero realmente no conocían a Dios personalmente. De regreso a su país, se dieron cuenta de su necesidad espiritual durante una reunión de oración y se convirtieron al Señor. De allí en adelante predicaron con fervor, usando la música también para comunicar el mensaje bíblico.

Charles fue el autor de más de 6.500 himnos, algunos de los cuales cantamos hoy, tales como: "Oh que tuviera", "Maravilloso es el gran amor", "Oíd un son en alta esfera", "Cariñoso Salvador" y "Con las nubes viene Cristo".

WILLIAM COWPER (1731-1800)

Hace más de 250 años William Cowper nació en Inglaterra. Su padre fue el capellán del Rey Jorge II y su madre era de la familia real. A pesar de esto, la vida del joven Cowper no fue feliz. A la edad de seis años su delicada salud se empeoró con la muerte de su madre. Su padre le obligó a estudiar leyes, pero al enfrentar los exámenes finales sufrió una crisis nerviosa. Intentó suicidarse varias veces: tomó una sobredosis de droga, quiso tirarse de un puente y se abalanzó sobre un cuchillo. Por fin trató de ahorcarse, pero lo rescataron a tiempo y fue internado en un sanatorio. Allí, William descubrió el capítulo 3 de Romanos, y las palabras, "siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención… que es en Cristo Jesús… por medio de la fe en su sangre". Entendió que Cristo fue crucificado por él, y recibió el perdón de sus pecados.

Llegó a ser amigo y colaborador del ilustre John Newton y se destacó como uno de los mejores poetas de su época. Hoy se le recuerda por sus grandes himnos entre los que se encuentra: "Hay un Precioso Manantial".

WILLIAM B. BRADBURY (1816-1868)

Este compositor es especialmente conocido por su amor a los niños. A través de su vida se dedicó a formar coros infantiles, hasta de 1.000 voces para alabar a Dios.

Siempre muy activo, William fabricaba pianos y logró que se incluyera la música en el programa de las escuelas públicas de su ciudad. Escribió 59 colecciones de cánticos, introduciendo un nuevo estilo sencillo y alegre que él había conocido en un viaje a Suiza. La música de "Cristo me ama, me ama a mí" es obra de Bradbury. Los niños de todo el mundo lo cantan en diversos idiomas.

Entre los músicos es conocido con el título de "China" porque usa solo 5 notas (Escala Pentatónica), y por lo tanto, el coro ha sido muy apreciado por la niñez de Asia. Escribió la música para los himnos "Santo, Santo, Grande Eterno Dios", "Cristo cual pastor", "Tal como soy", "Me guía Él, con cuanto amor", "No te dé temor hablar por Cristo", "Dulce oración", entre otros.

WILLIAM ROBERT ADELL (1883-1975)

El joven agricultor laboraba de muy buena voluntad para sostener a su madre. Con el tiempo, llegó a ser maestro albañil y tuvo la oportunidad de servir como misionero en Guatemala, junto con su señora.

Dios usó a Roberto para escribir materiales para la escuela dominical y para traducir o componer unos 200 himnos en español, entre ellos: "Maravillosa Gracia" y "Oh, amor de Dios". Al final de su vida, ya ciego, escribió el siguiente testimonio: "Considero que todo lo que he hecho es muy ordinario, excepto mi servicio para Dios. Con todo, hoy parece ser muy poco. Pero muero consciente de que 'Por la gracia de Dios soy lo que soy'. En esta transición voy con gozo a su presencia, caminando con mi Salvador a la mansión de mi Padre celestial".

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