lunes, 27 de febrero de 2012

Haití: Ministerio brinda hogar a niños huérfanos



El terremoto de Haití dejó a más de un millón de personas sin hogar, muchos de ellos niños. Gracias al Ministerio Operación Bendición, algunos de esos niños ahora tienen un lugar permanente al que pueden llamar hogar.

Cantos llenan el aire en el hogar infantil Zani Beni. Es difícil imaginar que este lugar feliz está a sólo ocho millas del hospital de Puerto Príncipe donde muchos padres abandonaron hijos como el pequeño marcos.

“El hospital carecía de espacio para cuidarlos. Pero tenían una habitación donde se quedaban. El staff del hospital los cuidaba. Pero no tenían un programa para ellos. Cuando golpeó el terremoto el hospital necesitó ese espacio así que dijeron que los niños debían irse”, dice Eric Lotz, miembro de Operación Bendición.

Operación Bendición unió esfuerzos con otra organización para construir el hogar infantil en Croix-des-Bouquets.

“Estos niños vienen de la peor experiencia imaginable en el hospital a vivir en este bello lugar. Es una transformación en la vida de estos chicos”, dice Lotz.

Los niños están rodeados de árboles, mascotas y una piscina terapéutica. Hay terapistas físicos que trabajan con los niños con discapacidad.

Zani Beni significa amigos bendecidos. Y este hogar es una bendición para pequeños como este y otros 49 niños. Y todo comenzó con un solo edificio.

“El primer año teníamos a todos los niños en un solo edificio hasta que pudimos terminar el dormitorio de los chicos”, señala Lotz.

Operación Bendición comenzó a construir la nueva habitación varios meses atrás. Cuando terminó el pequeño Marcos, estaba contento de sólo tener que compartir este espacio con un niño más.

“El dormitorio es grande. Antes en el hospital ellos vivían en una habitación muy pequeña”, dice Lotz.
El dormitorio no es lo único que crece en el campus de Zanmi Beni. Operación Bendición también siembra tilapia. Cada tanque está lleno con 200 peces desde pequeñas crías hasta adultos.

Luego, cuando es tiempo los pescan, limpian y los fríen para los niños felices y hambrientos. Lotz “Este programa se está expandiendo a pasos agigantados. Lo que se ve detrás es sólo el primer paso para la acuacultura aquí en Haití”.

Los trabajadores construyen dos acuarios en la propiedad. Cada una de 45 metros de largo y 12 metros de ancho con capacidad para 120 mil galones de agua. Pronto producirá toneladas de tilapia.

Más trabajos y más recursos para los niños del hogar, como Marcos. El no parece recordar el horror de haber sido abandonado, en cambio conoce el gozo de estar rodeado de amigos bendecidos en Zani Beni.

“Muchos trabajos son creados por este programa. Tanto en construcción como administración. Es bello. Es como un paraíso tropical”, concluye Lotz.

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