sábado, 11 de febrero de 2012

Dios, el huevo y la gallina


Hay quienes piensan que una de las grandes preguntas de la existencia humana es si hay vida más allá de la hipoteca, o de la crisis global. Pero no, hay otra aún más antigua y llena de interrogantes: ¿creó Dios antes el huevo o la gallina?
 
No piensen que la cuestión no tiene importancia, porque -aunque así a primera vista suena intrascendente- lo que de fondo plantea tiene aspectos que merecen la pena ser analizados. Uno de ellos tiene que ver con el debate entre la ciencia y la fe.  

Son cada vez más los descubrimientos que demuestran que existen en el cerebro humano regiones anatómicas y funcionales que sirven para que se manifieste una conexión con el fenómeno de lo espiritual o trascendente  (Dios, si nos permiten el término).

En primer lugar, es más que curioso. La base física de nuestro cuerpo preparada para que haga  wifi  y conecte con lo inmaterial e invisible para nuestros ojos, un paso más allá de nuestro razonamiento puramente material.  ¿Puede un ordenador biológico evolucionar hasta estar preparado a una posible conexión remota sin saber que esa posible conexión existe?  ¿O hay un diseñador que prepara al ordenador, para que se conecte con él, sabiendo que esto es posible?  Alguien podría decir que sí, que es una casualidad . Pero entonces ¿por qué le ha ocurrido sólo al ser humano, y no a otros animales? ¿Por qué esta realidad de entender la raza humana en todos los tiempos que estamos construidos, preparados, para encontrarnos con algo o alguien de quien somos un reflejo (imagen) y semejanza (guardamos un parecido), tal y como relata el libro de los orígenes, el Génesis? (los ateos puros simplemente necesitarían un arreglo de su ordenador central, quizás un reformateo, o un antivirus, pero les dejamos de momento de lado).

Incluso  si alguien sigue insistiendo en que no, que tenemos conexiones con lo espiritual porque nuestro cerebro se ha desarrollado así, le preguntamos : ¿comemos porque tenemos estómago, o apareció el estómago porque debíamos comer para alimentarnos? De nuevo volvemos al diseño y el diseñador. Pero en fin,  no pasa nada si no le convencemos. 

Sólo le sugerimos que caso de ser así tire las piezas de cualquier megapuzzle al aire . Suponemos que las piezas quedarán todas en su sitio, porque no hace falta que nadie las coloque según un modelo, por muy complicado que sea. Y si no sale a la primera, será a la segunda, o a la tercera que es cuando va la vencida ¿o no?  Porque la respuesta a la pregunta del titular de este Editorial, es que lo que fue primero… es Dios. Y eso es bueno para los huevos, para las gallinas y para nosotros... ¿no le parece? 

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